A solo diez minutos de Valladolid está Simancas, uno de los destinos que sorprenden por la calma de sus calles, la riqueza de su historia y la belleza de su entorno natural. Una villa que guarda siglos de memoria entre murallas, puentes medievales y paseos que miran al Duero y al Pisuerga.
Un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de un fin de semana lleno de cultura, paisajes y buena gastronomía.
Día 1: Un viaje al corazón de la historia
Archivo general de Simancas: el gran tesoro de la villa
Es imposible hablar de Simancas sin mencionar su joya más emblemática: el Archivo General, uno de los más importantes de Europa. Ubicado en un castillo del siglo XV transformado por orden de Carlos I y Felipe II, este edificio custodia documentos clave de la historia de España desde los Reyes Católicos hasta el siglo XIX.
Aunque no todo el castillo está abierto al público, se pueden realizar visitas guiadas o recorrer por libre el exterior y algunos espacios, siempre con la sensación de estar pisando un lugar único.
Paseo por el casco histórico
El casco antiguo de Simancas está declarado Conjunto Histórico-Artístico, y basta caminar unos minutos para entender por qué. Calles estrechas que se adaptan al terreno, casas nobles con ladrillo y sillería, fachadas que conservan el carácter tradicional castellano,…
Una de las paradas imprescindibles es la Iglesia del Salvador, con una torre románica del siglo XII y un magnífico retablo renacentista en su interior.
Monumento a las Siete Doncellas
En la Plaza de la Cal encontrarás este monumento que recuerda la leyenda más conocida de la villa: siete jóvenes que prefirieron cortarse las manos antes que entregarse como tributo al califa Abderramán II. Una historia que forma parte del imaginario local y que cada año se sigue representando.
Día 2: Paisajes, senderos y gastronomía castellana
El Punte Medieval y las vistas del Pisuerga
Simancas conserva uno de los puentes más imponentes de la provincia: 17 arcos medievales que formaron parte del trazado romano entre Mérida y Zaragoza y que hoy siguen siendo un símbolo de la villa.
Desde él podrás ver la ribera del Pisuerga y, si continúas por la zona conocida como Pesqueruela, contemplar la desembocadura del Pisuerga en el Duero, un rincón perfecto para disfrutar del paisaje.
Naturaleza entre pinares y senderos
Si te apetece caminar, puedes seguir la Senda del Duero (GR-14), que atraviesa la localidad entre pinares y tramos junto al río. Un recorrido muy agradable y apto para todos los niveles.
El Sepulcro Megalítico de Los Zumacales
A las afueras se encuentra esta construcción neolítica de más de 5.000 años de antigüedad. Rehabilitado y señalizado, es una visita curiosa para entender la antigüedad del asentamiento y la presencia humana en la zona desde la Edad del Hierro.
Un fin de semana para desconectar
Simancas es historia, es paisaje y es una forma de viajar sin prisas. Un lugar que combina cultura, naturaleza y gastronomía para disfrutar en cualquier época del año. Si te apetece una escapada tranquila, cerca de Valladolid y con mucho que contar, este es tu destino.
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