Tiene una estatua en la plaza del Socorro de Segovia, dos documentales y el cariño de todos los segovianos. Es Agapito Marazuela, guitarrista, dulzainero, experto en el sonido del almirez y segoviano que documentó y recuperó el folclore musical castellano. He aquí, en este artículo de Patrimonio Activo CyL, su biografía.
Nacimiento
Nacido en Valverde del Majano, Segovia, en una familia humilde, cuyo padre, Niceto Marazuela del Real, era jornalero, desde pequeño mostró tendencia hacia la música.
Desgraciadamente, a los siete años perdió un ojo y gran parte de la vista del otro por una meningitis.
Primeros pasos musicales
No obstante, Agapito aprendió solfeo y guitarra en Segovia y tomó lecciones de dulzaina con Ángel Velasco, el gran referente de la época. Esto hizo que desde los catorce años ya tocara de pueblo en pueblo y se ganara la vida como tamborilero con la música folclórica.
Boda
Agapito Marazuela se casó en 1917 con Isabel Gilmartín Rodríguez. En 1919 tuvieron una hija que murió a los cuatro meses.
Madrid
En 1920, se marchó a Madrid y en 1926 consiguió su primera guitarra profesional gracias a la Diputación de Segovia. A partir de ese momento, comenzó a dar conciertos tanto cultos como populares en Madrid y París. Además, daba clases de guitarra.
Premio
En 1932, ganó el segundo premio en el Concurso nacional de Música (Premio Nacional de Folklore) con su Cancionero de Castilla la Vieja. Este cancionero con fue publicado hasta 32 años después, paradójicamente, por la Jefatura provincial del Movimiento de Segovia.
Política
En 1932, ingresó en el Partido Comunista de España (PCE) y en 1936, al comenzar la Guerra Civil Española, huyó de Salamanca a Madrid. Allí organizó las milicias segovianas para la defensa de Madrid junto a los hermanos Alberto y Emiliano Barral y Antonio Linage Revilla.
Además, en 1937 fue nombrado director de los grupos folklóricos españoles que iban a participar en la Exposición Internacional de París.
Cuando termina la Guerra Civil pasa por varias cárceles de Madrid, Burgos, Ocaña y Vitoria. También pasó una temporada en el molino de Pozanco, Ávila. Este molino pertenecía al dulzainero Jesús Muñoz «Polilo». Allí tuvo como alumno al hijo de su amigo, Aureliano, que aprendió tanto que obtuvo el Premio Nacional de dulzaina en 1965 y 1966.
Reconocimientos
Tras la dictadura franquista, fundó la Cátedra de Folklore y la Escuela de Dulzaina en Segovia. También fue presidente del Centro Segoviano de Madrid y académico de mérito de la Academia de Historia y Arte de San Quirce desde 1978. Recibió la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, la Medalla de Oro de la Provincia, la Medalla de Plata de la Ciudad de Segovia y los Premios Alcázar de Oro y Resina.
Actualmente, se concede anualmente en Segovia el Premio Nacional de Folclore «Agapito Marazuela». Una bella manera de recordarle.
Fallecimiento
Agapito Marazuela falleció en Segovia el 24 de febrero de 1983.
Sin duda, una persona cuya biografía merece la pena ser conocida.
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(Imágenes: https://www.dulzaina.com.es/ y https://www.rtve.es/)