Cilindrada: 856 cc Potencia: 11 CV a 2.100 RPM Velocidad Máxima: 65 km/h.
André Citroën, ingeniero innovador y con inquietudes empresariales, descubrió en un viaje a Polonia un mecanismo de engranajes en forma de chevron (de ahí el logo en espiga de la firma), y compró su patente. Tras trabajar para Mors, la I Guerra Mundial le obligó a incorporarse al ejército y supervisar una fábrica de proyectiles, obteniendo resultados espectaculares.
Terminada la guerra, fundó, en 1919, la fábrica Citroën; lanzando en abril su primer modelo, el A o 10 HP, el primer coche europeo fabricado en serie y entregado al cliente carrozado y dotado de un equipo completo, dispuesto a rodar sin faltarle nada, a imitación del Ford T.
Sustituido desde junio de 1921 por el B 2, ese mismo año Citroën, en un intento de “popularizar” todo lo posible el automóvil, presentó en el Salón de París de 1921 su modelo C o 5 HP. Su fiabilidad, su fácil mantenimiento y conducción, hicieron que se convirtiera en el modelo preferido por las mujeres de entonces y, también, en un completo éxito, pues era un coche muy resistente, bien fabricado, fácil de reparar, susceptible de ser adquirido a plazos y entregado completo, carrozado y dotado de accesorios indispensables.