La gastronomía de Castilla y León está llena de auténticas delicias y de ellas hemos hablado ya muchas veces en Patrimonio Activo CyL. Por eso, hoy vamos a presentaros cuatro postres típicos de nuestra comunidad que quizás no conocíais y que debéis probar sí o sí por su gran calidad culinaria y por su excelente sabor. Y es que a nadie le amarga un dulce. Allá vamos, tomad nota.
Merles de Astorga
¿Qué tiene esta tartaleta de hojaldre y crema que nos vuelve locos? No se sabe porque la receta la guarda bajo siete llaves la pastelería de Astorga, León, que los elabora desde 1935, La Flor y Nata. Sólo los venden ahí y, quizás, ahí esté otra de sus claves, su exclusividad.
Tan ricos están que, normalmente, se acaban antes de las dos de la tarde. Y eso que en Astorga hay dulces para parar un tren. Entre ellos sus chocolates, mantecados y hojaldres.
Mantecados de Portillo
También llamados mantecados bañados o zapatillas, los mantecados de Portillo tienen forma elíptica y un color blanco característico que les da la capa gruesa de azúcar que los baña. Se producen en Portillo, Aldeamayor de San Martín o Arrabal de Portillo, Valladolid. Su cuidada elaboración, con harina de trigo, manteca de cerdo, vino blanco, azúcar y clara de huevo, hace que sea un festival de sabores y texturas en la boca. A nosotros lo que más nos gusta es ese sabor final a anís que te enamora.
Postre del abuelo
No por ser sencillo (queso fresco, nueces y miel) y muy conocido, deberías dejar de probar el postre del abuelo, que es originario de Burgos. Sí, en esta ciudad había un mesón que hacía un queso de oveja delicioso que hoy conocemos como el queso de Burgos.
El abuelo del negocio ideó algo que ha quedado para siempre: echar miel y nueces sobre ese queso…
El problema surgió con un virus que ocasionó el mal de malta, lo que hizo que estos cocineros no encellaran la cuajada y tuvieran que pasteurizar la leche, lo que hizo que el queso ya no fuera el mismo. Eso sí, cuando hay un problema, hay una solución. El abuelo del negocio ideó algo que ha quedado para siempre: echar miel y nueces sobre ese queso. Una propuesta que desveló que ese postre era uno de los más exquisitos que se sirven en España. Disfrutadlo.
Socorritos de Cervera de Pisuerga
Hace más de 60 años la familia Cabeza regentaba en Cervera de Pisuerga, Palencia, un obrador cafetería en el que se hacían dulces y otras exquisiteces. Raquel, una de las integrantes del clan, creó un postre a base de hojaldre que fue un éxito. Eso sí, antes de que se dieran a conocer a nivel regional y nacional, Raquel entró en un convento y, tras un tiempo, regresó a la empresa familiar para, junto a Angeluko, su hermano, ampliar el negocio y llamarlo Pastas y Hojaldres Uko. El resto es historia y delicias maravillosas en forma de socorritos. Por cierto, que el nombre es un homenaje a la madre de ambos: Socorro. ¿El secreto? Hacer las cosas bien y los ingredientes de primera calidad: harina, mantequilla, huevos, azúcar y sal. Palencia en primera fila gracias a un dulce.
¿Conoces otros postres típicos de Castilla y León que te encanten? Cuéntanoslo en los comentarios.
Si, con tu habitual avidez por el turismo y la cultura, quieres conocer más elementos gastronómicos de Castilla y León, como estos cuatro postres castellanoleoneses, visita la sección «Gastronomía» de nuestra web, la de Patrimonio Activo CyL.
(Imagen de los merles de Astorga: https://astorga.co/)
(Fotografía de los mantecados de Portillo: De Tamorlan – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=10015905)
(Instantánea del postre del abuelo: https://burgosgastronomycity.com/)
(foto de los socorritos de Cervera de Pisuerga: https://www.pastasyhojaldresuko.com/)
(Portada: De MiguelAlanCS, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=86594703)